Heme de nuevo aquí!!!
Si, ya sé que las tenía un poco abandonadas pero he tenido una semana un poco complicada y por otro lado estas hormonas que no me dejan en paz, pero ya estoy de vuelta y espero que ahora sí nada me haga detener de nuevo.
Quiero contarles que ayer fui a dar una conferencia a la Universidad Veracruzana sobre Equidad de Género y estoy feliz con el resultado.
Los muchachos se mostraron muy interesados en el tema, estuvieron atentos y respetuosos, así como los catedráticos que asistieron, quienes me hicieron comentarios muy satisfactorios. Y lo agradezco mucho porque es un tema que me apasiona y me da la oportunidad de invitar al reflexión sobre lo que para mí es realmente la Equidad de Género que, muy lejos de lo que se pudiera pensar, no es ir en contra de los hombres ni querer ser igual a ellos sino hacer conciencia de que las mujeres estamos aquí para compartir un mundo que también se creó para nosotras.
Ahora si algún hombre lo olvida… con mucho gusto se lo recordamos.
Vivir en Equidad de Género tiene que ver con la autoestima, la identidad, la aceptación de nuestros orígenes y de nosotros mismos.
La verdadera equidad de género va acompañada de una actitud de afrontar la vida que conlleve el coraje de asumirla.
Es ir un paso adelante del machismo y el feminismo, para valorar al ser humano como tal, con todo lo que es, dentro de un marco de respeto hacia sí mismo y hacia los demás.
Por eso una mujer empoderada no tiene problema para elegir lo que quiere de la vida y, cualquiera que sea la decisión que tome, la disfruta convencida de que fue la mejor sin importar la opinión de los demás.
Ser profesionista, ama de casa, empresaria, mamá, empleada, esposa, jefa o subordinada, que más da, lo importante es haber tomado tu propia decisión y disfrutarlo.
Como dice un pensamiento de Germán Dehesa sobre las mujeres:
“…precisamente por esto repito una vez tras otra que, en éste momento de la historia, a los hombres lo que nos corresponde es pactar con las mujeres una rendición honrosa, antes de que literalmente se nos venga el mundo encima”.
“…habrá que festejar el advenimiento de una mujer a la que no le interesa ser esclava, sino que ha preferido ‘ser’ y esto implica cultura, mundo, audacia, proyecto de vida y total ausencia de temor a la soledad”.
Y así con un poco de humor como era su estilo particular, el mensaje es y siempre será que para ser feliz se necesita autoestima, actitud y coraje, mucho coraje hacer de cada día, el mejor…a pesar de todo.
Y termino con una frase de Eleanor Roosevelt que realmente ha marcado mi vida:
“Nadie puede hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento”.
Nos leemos el lunes, prometido :)
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