viernes, 16 de diciembre de 2011

La educación y los niños de hoy

Hola a todos, en esta tarde de viernes, nublada y fresca he decidido hablarles un poco sobre un tema que estuve platicando con unas amigas hace unos día y que tiene que ver con mi artículo anterior sobre “El antes y el después de la Educación”. A medida que hablo sobre estos temas me doy cuenta que la vida ha cambiado mucho y ahora algunos papás se sienten más perdidos y solos que los padres de antes.

Es un hecho que la vida ya no es la misma; ahora la mayoría de las mamás trabajamos, no sólo por necesidad (aunque un gran porcentaje lo haga porque lo necesita), sino también porque se nos han abierto muchas puertas que antes se nos cerraban y no sería justo que después de una lucha de más de 100 años por los derechos de las mujeres no  aprovecháramos las oportunidades que ahora tenemos,  pero eso no nos convierte en las malas del  cuento,  no se confundan.

Tal vez ahora haya más mujeres profesionistas, emprendedoras, empresarias o jefas, pero eso no nos hace las únicas responsables de que los niños y los jóvenes estén viviendo  la decadencia de la sociedad.

¿Por qué lo digo?  Porque hoy en día muchas escuelas que tiene niños con problemas de aprendizaje y conducta se escudan en que somos las mamás las culpables al no pasar tiempo con nuestros hijos y abandonarlos en manos de nanas, abuelas o familiares, y no siempre es así.

No digo que no pase, “hay de todo como en Botica”, pero no todas las madres que trabajamos abandonamos a nuestros hijos a su suerte- La realidad es que muchas Instituciones educativas de hoy en día prefieren culparnos antes de  asumir que hay niños diferentes que necesitan que se les trate de manera diferente y  que el hacerlo es parte de su responsabilidad como educador.

Que diferente sería que, en vez de buscar culpables y pasarse la bolita, cada quién asumiera su parte de responsabilidad y entre todos sacáramos adelante a tantos chiquitos y jóvenes que realmente nos necesitan.

Un problema de aprendizaje no necesariamente es por falta de atención en casa. Puede deberse a, desde una limitación intelectual, hasta un déficit sensorial, trastornos emocionales o  condiciones externas, como un medio familiar inapropiado o métodos inadecuados de enseñanza.

Es por esto que cada niño y cada problemática son distintos y merecen una consideración y un tiempo individual. Cada persona es única e irrepetible, y cada uno de los que los rodeamos debemos hacernos responsables de sacarlo adelante.

Se dice que los niños son el futuro, pero su presente somos nosotros y de nosotros dependerá la clase de personas que construirán ese futuro que tanto nos preocupa.

Ahora que vamos a empezar un nuevo año, tomémonos un tiempo para observar a nuestros hijos conocerlos realmente, saber si son felices en su colegio, con sus amigos, en su casa y prepararnos para poder cubrir lo que ellos necesitan de nosotros.

Ya no es momento de culpas, ahora es momento de actuar. Pero no se preocupen, no estamos solos.  Todos nos podemos ayudar, yo, prometo hacerlo.                 

¡Hasta la próxima!

domingo, 4 de diciembre de 2011

El antes y el ahora en la Educación

¡Hola de nuevo!

Heme aquí para hablarles un poco de un tema que últimamente me ha estado  dando vueltas en la cabeza y que hoy quiero compartir con ustedes.

El tema me surge después  de algunos correos que me han mandado y de hablar con algunas mamás que me cuentan sobre el sistema de educación que llevan sus hijos en las escuelas nuevas que tenemos en nuestra ciudad y que es el mismo de tantos y tantos colegios de estos tiempos modernos, en donde pareciera que todo lo que nosotros aprendimos cuando éramos  estudiantes, ya caducó.

Ahora,  es más importante saber usar la tecnología que razonar, las redes sociales que la comunicación persona a persona, la habilidad para resolver problemas que la capacidad de prevenirlos. Y así  me podría estar por horas comparando lo que aprendíamos antes con lo que se aprende hoy.

En lo personal me parece que, como dice el dicho, “Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”. Es decir, definitivamente el mundo de hoy tiene algunas necesidades específicas que antes no se requerían, pero las personas siguen siendo personas a pesar del tiempo y de las épocas.

A mí me encanta cuando algunas mamás me dicen  que los niños de hoy traen un chip más adelantado, que entienden la tecnología de manera natural y que son mucho más listos que lo que éramos cuando niños. Lo curioso es que nuestros padres pensaban lo mismo de nosotros, la diferencia es que ellos nos aceptaban con “nuestras modernidades”, pero  seguían siendo los que llevaban las riendas de nuestra educación  y  se basaban  en los valores y el sentido común que a su vez habían recibido de nuestros abuelos.

Seguramente también había conceptos y situaciones que no entendían, como también me paso a mí con mis hijos. Pero esa es la parte de la vida que nos reta a aprender, a leer y a poner en práctica nuestro liderazgo natural y todo regido por, únicamente, un montón de amor.

Sería bueno que nos preguntáramos, ¿será verdad que  mis hijos me sobrepasan?, ¿realmente ya  no se qué hacer con ellos?, ¿me siento bien educándolos como lo estoy haciendo y aguantando berrinches, contestaciones, cuestionamientos y malos comportamientos?

Si la respuesta es SI, adelante, pero si la respuesta es NO, detengámonos tan sólo un segundo y decidamos cambiar nuestras estrategias antes de que sea demasiado tarde y las culpas ocupen mas momentos del día de los que podríamos disponer para disfrutarnos.
Los sistemas van y vienen, las épocas desaparecen y las modas pasan, pero las historias sólo las escriben quienes se han atrevido a vivir.

Seguiremos con este tema, nos vemos en la próxima!!!